Un tiempo después quisimos agrupar a los amigos que fuimos encontrando por el camino y dijimos: “necesitamos un club”. Este importante paso fue un marcado antes y después en nuestra historia. Fuimos el primer club en contar con un seguro privado que cubriera nuestras necesidades, los pioneros en un formato que hoy está extendido por toda España.
Con el paso de los años nuestro club ha ido ofreciendo a sus socios más y más ventajas, un servicio VIP que no hemos visto superado en ningún otro lugar de España. Nuestros socios tienen acceso gratuito a un porosímetro para medir el estado de sus alas, un bettsómetro para comprobar su resistencia, suscripción gratuita a servicios meteorológicos de pago o revistas de parapente online... Tenemos bienes adquiridos para su uso compartido como: una carpa plegable de 18 metros cuadrados, dos minivelas de 15 y 17 metros, para que nadie se quede en tierra cuando el viento se pone “fuertecito”. Realizamos actividades necesarias como el plegado anual de nuestros paracaídas de emergencia, cursos SIV, o fines de semana de entrenamiento y charlas didácticas.
Todos los logros conseguidos hasta ese instante estuvieron muy bien, pero quedaba un reto al que enfrentarse, desde mi punto de vista, el más complejo: convertirnos en una ESCUELA de PARAPENTE. No fue hasta 2014 que decidí afrontar esta responsabilidad. Desde mi humilde punto de vista hay que estar muy muy bien preparado para ser capaz de guiar con seguridad y buenos resultados a un alumno de parapente. Para ello me preparé como Técnico Deportivo y adquirí conocimientos en campos como la pedagogía, aerodinámica o primeros auxilios y otros más técnicos y relacionados directamente con el manejo del parapente, necesarios para atender y preparar a nuevos pilotos. Ya son varios años como profesor y cabe destacar que es un camino en el que no se para de aprender, de recibir satisfacciones y nervios!!! El primer vuelo de cada alumno es casi como un parto, así que cada alumno se convierte en una especie de... hijo? XD
Hoy MADparapente cuenta con unas fantásticas instalaciones a las afueras de Madrid, en Daganzo de Arriba, donde podemos atender a todos nuestros clientes, desde el que quiere revisar o reparar su ala hasta al que quiere aprender a volar o comprar material. Son más de doscientos metros cuadrados de exposición y taller totalmente abiertos al público.
Cuando hoy me siento a escribir estas líneas mirando al pasado y repasando nuestra corta, pero exitosa historia, no puedo evitar imaginar qué nos puede traer el futuro y, yo lo imagino así: Nunca traté que MADparapente fuera la escuela más grande, siempre quise que fuera la mejor y, eso requiere mucho trabajo, mucha dedicación. Por eso los años venideros serán duros, hay que seguir mejorando, aprendiendo día tras día, porque, ¿sabéis qué? En una escuela de parapente, el que más aprende es su director, os lo aseguro...
Veo a la gente que trabaja codo con codo a mi lado creciendo como grandes profesionales y también como la familia que formamos, no solo los que trabajamos, también los compañeros y AMIGOS del club, con los que cada vez hacemos una piña más y más unida. Te das cuenta de esto cuando vas a volar, cenar por ahí, de escapada de fin de semana, de fiesta de cumpleaños o al parque de atracciones y se repiten las mismas caras, las que viste por primera vez en el club de parapente...
Como os contaba líneas arriba, no se trata de ser el más grande, esto va de ser el mejor, así que seguiremos trabajando duro para convertirnos en el mejor club de parapente, el mejor taller, la mejor escuela y los mejores monitores con los que puedas venir a surcar el cielo compartiendo un vuelo en parapente o paramotor biplaza...
MADparapente... Te llevamos al cielo!!!
